Quienes hacen parte de las caravanas de migrantes que parten de Honduras y recorren a pie miles de kilómetros para intentar llegar a los Estados Unidos, además de exponerse a la represión, al hambre, a la sed, deben sortear a las mafias de crimen organizado que ven en los migrantes una mercancía con la cual alimentar sus redes de tráfico de seres humanos en la región.
De este modo, con base en información divulgada por funcionarios hondureños, el filósofo y experto en comunicación política Miguel Ángel Pérez Pirela refirió que, a contrapelo de lo que aseguran algunos medios de comunicación, si bien las maras y los narcotraficantes no se encargan de organizar las caravanas, sí explotan sexualmente a los migrantes, especialmente a niños, niñas y mujeres.
Pese a la gravedad de esta situación, acotó, reina un silencio mediático en torno a las causas reales de estas oleadas migratorias.
Sobre esto, comentó que la organización Casa Alianza precisa que «las consecuencias de la corrupción en Honduras son evidentes, los hospitales están desbordados en medio de una pandemia y después de las tormentas Eta e Iota, mucha gente quedó en la calle, viviendo debajo de puentes, porque no había dónde albergarlos».
(LaIguana.TV)