Desde que Moscú anunció su creación, la vacuna rusa Sputnik V ha tenido una campaña comunicacional en contra de su efectividad. «Yo no me pongo la vacuna de Putin ni atada», escribió en Twitter la periodista española Pilar García de la Granja y corresponsal del canal Telecinco en EEUU, el mismo día en que las autoridades sanitarias rusas registraron la vacuna.
La agencia internacional rusa RT, hace referencia a que la Sputnik V en los medios conservadores la llaman “la vacuna de Putin” y asegura que la desconfianza de los detractores se basa en el tema ideológico y político y no en el científico.
El portal internacional se refirió a un análisis de la cadena CNN, del 12 de agosto, en el que cuestionaron directamente si «una vacuna de Vladímir Putin» era digna de confianza, “dejando de lado cualquier consideración sobre sus bases biológicas, sobre las que ya había información disponible”, señala RT.
En este sentido, reseñan una entrevista realizada al microbiólogo Denis Logunov, creador de la vacuna Sputnik V, quien detalló que cuando se decidió enfrentar al coronavirus, su laboratorio tenía avanzado un proyecto vacunal contra el MERS, «el hermano más cercano del grupo de los betacoronavirus».
«Fue mucho trabajo, habíamos llegado a la segunda fase de ensayos clínicos. Por eso, cuando apareció otro coronavirus, no tuvimos dudas sobre qué y cómo hacer. No hubo angustia creativa. Fue literalmente copiar y pegar», explicó Logunov.
Pese a los descréditos contra el antídoto ruso, una publicación de The Lancet señaló que «la vacuna rusa Sputnik V está venciendo poco a poco el escepticismo generalizado con el que fue recibida en la comunidad científica internacional».
Medios españoles como El País y El Confidencial se hicieron eco de los ataques comunicacionales contra la Sputnik V, el portal RT hace referencia a distintas publicaciones en Twitter de periodistas, artistas y medios de comunicación.
La senadora mexicana Lilly Téllez, por ejemplo, atacó la compra de la vacuna por parte del gobierno de México de Andrés Manuel López Obrador, que publicó “México no requiere “afecto” de Rusia; un país antidemocrático, autoritario, sin libertad de expresión y corrupto. Menos necesitamos sus vacunas de mala calidad, no subestimen al pueblo”.
Sin embargo, tras el señalado anuncio de The Lancet, cambió su postura: “lL publicación de resultados de la rusa en @TheLancet representa un gran avance científico para generar confianza”.
“Hoy, la contundencia de los datos científicos publicados en The Lancet ha introducido un importante cambio en la percepción global de la vacuna rusa”, destaca RT.
La Sputnik V se ha registrado en más de 15 países, está comprobada el 92% de eficacia, lo que evidencia que los ataques al medicamento se tratan de una desconfianza basada en asuntos políticos.
(LaIguana.TV)