En la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador se impuso el candidato del correísmo, el joven economista Andrés Arauz, con aproximadamente 33% de los sufragios. Empero, todavía no se sabe a quién se enfrentará en el ‘ballotage’ –segunda vuelta–, si el banquero neoliberal derechista Guillermo Lasso o Carlos «Yaku» Pérez, un candidato «satélite» que se presenta como ecosocialista, indigenista e izquierdista, pero con nexos demostrados con corporaciones y agencias del gobierno estadounidense.
A este respecto, el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela ofreció una radiografía del personaje, que podría incluso disputar seriamente las posibilidades de Arauz y el correísmo de volver al gobierno en ese país, tras el fiasco con el actual presidente, Lenín Moreno.
El correísmo, el boicot de Moreno y el candidato ‘outsider’
En opinión del experto criollo, para comprender lo que está sucediendo y lo que habrá de ocurrir hasta que tenga lugar la segunda vuelta, pautada para el próximo 11 de abril, es necesario puntualizar algunos aspectos relacionados con el peso de la figura política del expresidente Rafael Correa, la pésima gestión de Moreno y la emergencia de Pérez.
En primer término, los comicios del domingo dejaron claro que Correa, sigue teniendo un gran peso dentro de la política ecuatoriana, al punto tal que la primera vuelta puede considerarse como «una especie de referéndum sobre su gestión y sobre su figura», quien fuera además víctima de una persecución judicial en su país.
En segundo lugar, Pérez Pirela enfatizó que «el pueblo ecuatoriano sabe que se está jugando la vida» en esta elección presidencial, pues Moreno, además de traicionar a la Revolución Ciudadana, «fue una plaga para el pueblo ecuatoriano», pues además de gestionar pésimamente la pandemia, destruyó todos los avances conseguidos durante el mandato de Correa.
Por eso, explicó, el pueblo salió a votar, generando grandes colas y aglomeraciones. Así, además de la alta participación a pesar de la pandemia, el también director de LaIguana.TV enfatizó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) abrió con retraso los centros electorales y tras un amago de disculpa tardía, procedió a cerrarlos a las 5 pm, independientemente de si había o no electores las colas y con ello, se socavó en la práctica el derecho al sufragio de los ecuatorianos.
Un tercer aspecto que merece atención es una suerte de «tercera vía» que aparece en el escenario, el candidato indígena Yaku Pérez, quien tiene en su haber el respaldo a golpes de Estado en la región y ruega por un acuerdo comercial con Estados Unidos.
Los resultados del 7 de febrero y qué cabe esperar para la segunda vuelta
De vuelta a los resultados, destacó que con aproximadamente el 98% de los votos escrutados, Arauz obtuvo 32,30% de los votos, insuficientes para imponerse en la primera vuelta, porque según la legislación de Ecuador, habría requerido más del 50% de los sufragios o el 40% o más de los votos, más una diferencia de 10 puntos porcentuales con su más cercano contendor.
Así las cosas, el candidato correísta tendrá que medirse en el ‘ballotage’ con quien resulte vencedor entre Yaku Pérez (19,8%) y Guillermo Lasso (19,6%), técnicamente empatados en este momento.
Sin embargo, el analista insistió en que el escenario de la segunda vuelta estará determinado no solamente por quién sea el contendor de Arauz, sino por el tipo de alianzas que puedan establecerse.
Así, desde su punto de vista, si es Lasso quien se hace del segundo lugar, el pueblo ecuatoriano tendría que decidir entre el neoliberalismo derechista del banquero y la propuesta socialista del delfín de Correa, mientras que si el contendor es Pérez, existen altas posibilidades de que este divida al correísmo y a la izquierda y comprometa seriamente las posibilidades de que Arauz gane la presidencia.
De otro lado, la actuación poco transparente del CNE de Ecuador, que anunció los resultados preliminares con base en un conteo rápido que no contempló todos los centros electorales que se estipulaban, no facilita la proclamación de quien habrá de medirse con el representante del correísmo.
Así, relató el comunicador, el CNE optó por anunciar la proyección a partir del 90,4% de las actas que debían conformar la muestra del conteo rápido, otorgándole el segundo puesto a Lasso y al poco, divulgó otro informe en el que Pérez se ubicaba tras Arauz, lo que «generó confusión y malestar» entre la gente y favoreció que uno y otro se proclamaran ganadores del segundo lugar.
Yaku Pérez Pérez dijo que se mantendrían vigilantes y denunció que se fraguaba un presunto fraude, relato que, por conocido en otros intentos de desestabilización contra gobiernos progresistas, no deja de parecer sospechoso y hace suponer que incluso el ‘ballotage’ podría estar comprometido.
De su parte, Guillermo Lasso, repitiendo un guion también utilizado por la oposición venezolana y por la derecha continental cuando no es favorecida en las urnas, dijo que aceptará el resultado cuando esté el 100% de las actas escrutadas.
Al hacerse público el primer boletín, el expresidente Rafael Correa escribió en Twitter que el conteo rápido «miente», «porque es sabido» que Arauz tiene un respaldo cercano al 38%, si bien manifestó más conformidad con el resultado del segundo boletín, que le otorgó a su candidato aproximadamente el 35,85% de los sufragios.
El CNE, por su parte, informó que «tardará días» saber quién alcanzó el segundo lugar. Un vocero del ente comicial aseguró «el tema todavía llevará varios días, dependiendo de los recursos que presenten las organizaciones políticas, que están en su derecho», declaraciones que lejos de producir confianza, parecen estar orientadas a soliviantar los ánimos en el país.
El funcionario justificó la demora, aduciendo que al ser la diferencia «mínima, de apenas unas décimas», la situación podría cambiar en cualquier momento. Para Pérez Pirela ese argumento cierto podría estarse usando como excusa por parte de un gobierno dispuesto a hacer cualquier cosa para que el correísmo no llegue a la presidencia.
Yaku Pérez, la falsa «tercera vía» indigenista
El candidato Yaku Pérez, que se ha promocionado como un dirigente ecosocialista y representante de los pueblos originarios de Ecuador, podría ser perfectamente «el Caballo de Troya de los Estados Unidos» dentro de los movimientos indigenistas y los ejemplos abundan.
El comunicador recordó que ya este discurso de grupos o individualidades de presunta defensa de los intereses de los pueblos indígenas frente a un presunto Estado opresor, ya fue visto en la Bolivia de Evo Morales, en el Ecuador de Rafael Correa y hasta en Venezuela con las llamadas «Nuevas Tribus», ha respondido, en todos los casos, a movimientos pseudoindigenistas financiados por los Estados Unidos y la Unión Europea.
Pérez, que hasta hace pocas semanas no figuraba en las encuestas como candidato con posibilidades reales de acceder a la presidencia y se presenta como «progresista, ambientalista e indigenista», hoy anunció «que acapara el 40% de los votos», si bien su proyección no coincide con los datos ofrecidos por el CNE en sus boletines, sintetizó Pérez Pirela.
A su parecer, los indicios apuntan a que se trata de «un Caballo de Troya que pretende arañar los votos de un correísmo dividido» y asentado en un candidato también desconocido, aunque respaldado por la muy popular figura de Rafael Correa.
El periodista Max Blumenthal, editor del portal GrayZone, elaboró un perfil de Yaku Pérez, en el que se exponen sus indubitables lazos con organizaciones de la derecha transnacional y política del continente y que fue resumido por Pérez Pirela para la audiencia.
Blumenthal asegura que «su perfil es de ecosocialista, pero un ecosocialista golpista respaldado por Estados Unidos en Ecuador» y que su «campaña ambientalista (…) está siendo promovida por cabilderos corporativos de derecha».
Surge como contraste entre los candidatos principales: de un lado Guillermo Lasso, banquero derechista respaldado históricamente por los Estados Unidos y las élites ecuatorianas y del otro, Arauz, joven economista con un perfil similar al del expresidente socialista, Rafael Correa.
Max Blumenthal denuncia que Yaku Pérez «ha ayudado claramente a dividir el voto de izquierda a través de una campaña que dice promover el ecosocialismo», combinando en su discurso, elementos del anarquismo y la ultraizquierda, al tiempo que respalda ideas neoliberales.
En cuanto a política exterior, Pérez critica duramente a China y ha asegurado públicamente que «no lo pensaría dos veces antes de firmar un acuerdo comercial con Estados Unidos».
Su partido, Pachakutik se identifica como «ecosocialista» y afirma representar a los pueblos indígenas. No obstante, de acuerdo con la pesquisa de The GrayZone, sus líderes han sido financiados por el Instituto Nacional Demócrata, un organismo adscrito a la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (USAID), cuyo historial de injerencia en la región es ampliamente conocido.
Adicionalmente, el equipo de investigación de Desde Donde Sea encontró otros datos que permiten perfilar todavía más a Yaku Pérez, que lejos de ser un indigenista ecosocialista, responde a los intereses opuestos.
Particularmente, el pretendido izquierdista y Pachakutik, organizaron y lideraron protestas contra Correa y el partido jugó un papel importante en el intento de golpe de 2010, con el que sectores militares y de la policía pretendieron deponer al mandatario y en el que incluso se atentó contra su vida.
Según Lasso, Pérez se presenta como indigenista como parte de una estrategia de marketing político, pero afirmó que si llegara a la segunda vuelta, él lo apoyaría para derrotar al correísmo. Pérez hizo lo propio en la pasada contienda presidencial, cuando respaldó a Lasso contra Lenín Moreno, apoyado por la estructura de la Revolución Ciudadana.
Este es un dato no menor, en opinión de Pérez Pirela, pues otorgándole a Arauz el 35% de los votos en la primera vuelta, la suma de los sufragios obtenidos por el banquero y el falso progresista ronda el 40%, por lo que Arauz se verá forzado a una alianza con la cuarta fuerza electoral o a disputar los votos de izquierda que hayan podido decantarse hacia la opción de Pérez.
La puesta en escena del personaje incluye inclusive un cambio de nombre. Según relató el comunicador venezolano, su nombre es Carlos Pérez y adoptó el de Yaku «para afianzar públicamente su herencia indígena» y afirmar que representa a los pueblos indígenas, pero ello no le ha sido suficiente, pues muchos miembros de las etnias están en su contra, muy especialmente después de apoyar el golpe de Estado que se perpetrara en contra de Evo Morales y de manifestar su apoyo al gobierno de facto de Jeanine Áñez.
A lo anterior se suman sus presuntas críticas –descalificaciones sin fundamento– a los gobernantes progresistas. A Correa le acusó de machismo, autoritarismo y extractivismo, y a Evo Morales se atrevió a decirle que solamente era un indígena biológicamente hablando, pues no comprendía la cosmovisión de los indígenas, pues era un ignorante.
A la larga lista de posiciones reaccionarias se agrega que en 2016 apoyó el golpe suave con el que se destituyó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff y se mostró a favor de la persecución judicial que emprendió el gobierno de Mauricio Macri en contra de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina.
Estas opiniones a favor de la desestabilización, las ha vaciado en su cuenta de Twitter: «la corrupción acabó con los gobiernos de Dilma y Cristina. Ahora solo falta que caigan Rafael Correa y Maduro. Es cuestión de tiempo», reza uno de sus trinos.
En otro, atacó al gobierno de Nicaragua por su actuación en las muy publicitadas protestas antigubernamentales, decididamente violentas y con tintes sediciosos: «¿Quién hubiera pensado que los sandinistas que antes luchaban contra la dictadura, ahora disparan contra su pueblo?», señaló entonces.
Entre los intereses que apoyan su candidatura están Extinction Rebellion, una Organización No Gubernamental ambientalista de tinte anarquista asentada en los Estados Unidos y American’s Quarterly, una publicación que forma parte de un conglomerado editorial que es sostenido por corporaciones como Amazon, Apple, Black Rock, Chevron, ExxonMobile, Ford, Goldman Sachs, Google, Walmart.
American’s Quarterly le dedicó un elogioso artículo que además contenía críticas a Rafael Correa y con base en la opinión de 12 analistas consultados a propósito del texto, posicionaron la idea de que Yaku Pérez está más a la izquierda que el candidato del correísmo, Andrés Arauz.
Así, concluyó el experto venezolano, queda claro entonces de quién se trata: una persona que aparece como de «izquierda», pero responde a los intereses exactamente opuestos.
El análisis de The New York Times sobre las elecciones Ecuador
A propósito de la jornada comicial en Ecuador, el diario estadounidense The New York Times compartió algunas reflexiones relativas tanto a los desafíos que tendrá que sortear el nuevo presidente ecuatoriano, como de las razones que explicarían el triunfo de Arauz en la primera vuelta.
-Advierten que quien gane, tendrá muchas dificultades para gobernar, pues tendrá que conciliar la realidad fiscal con las demandas de la población.
-Opinan que los votantes están afectados por la crisis económica y la pandemia, por lo que el hecho que hayan decidido votar en medio de una nueva ola de contagios y decesos, indica que la población sabe lo que está en juego.
-El electorado respondió a la oferta de Arauz, orientada a incrementar el gasto social, como ocurrió en tiempos de Correa.
-Aunque Rafael Correa se encuentra en el exilio, aún ejerce una grandísima influencia en la política del país. La larga sombra política de Correa muestra cómo líderes sudamericanos siguen ejerciendo poder, gracias a una base duradera, como ocurrió en Bolivia con el triunfo del MAS y la vicepresidencia de Cristina Fernández en Argentina
-«La austeridad de las medidas de Moreno, lo volvieron muy impopular», lo que ha hecho que muchos ecuatorianos añoren el regreso de Correa.
-La primera vuelta fue un referéndum sobre la gestión de Correa y esta primera vuelta la da por aprobada.
Para concluir, Pérez Pirela enfatizó que la situación venidera es «de pronóstico reservado», azuzada además por el intento de boicot a las elecciones que hiciera deliberadamente el CNE. La segunda vuelta del 11 de abril ocurrirá en un Estado gobernado por Lenín Moreno, acérrimo enemigo de Correa, quien podría ser «ayudado» por Estados Unidos para impedir el triunfo del correísmo.
(LaIguana.TV)