Este sábado arribó al país el primer cargamento de 100.000 vacunas de la Sputnik V, inmunizador contra la COVID-19 elaborado por el Centro Gamaleya de Moscú (Rusia).
Esta entrega forma parte de un lote de 10 millones de dosis cuya compra acordó el gobierno de Venezuela con el gobierno de la Federación Rusa en diciembre, como parte de los acuerdos de cooperación vigentes entre ambas naciones.
El presidente Nicolás Maduro dijo esta semana en una intervención televisiva que en los próximos días iniciaría la campaña de vacunación masiva contra el coronavirus. En esta primera etapa serán vacunadas 50.000 personas –la Sputnik V se aplica en dos dosis– pertenecientes al personal sanitario, si bien posteriormente se inmunizará «a los sectores más vulnerables» y «a maestros y a educadores».
Antes de esto, en octubre se anunció que Venezuela formaría parte del grupo de países considerados para la fase III de los ensayos clínicos, que contempla la aplicación del candidato a vacuna en amplios y variados grupos poblacionales para evaluar tanto su efectividad como los posibles efectos secundarios.
La multiestatal teleSUR recuerda que en este estudio, que inició en octubre y concluyó a finales de diciembre, participaron 2.000 voluntarios seleccionados a partir de una página web, tras lo cual los aspirantes debieron pasar una serie de evaluaciones médicas para establecer su idoneidad para participar en la investigación, según lo explicado por el ministro de Salud, Carlos Alvarado.
Concretamente, se exigió que los participantes fueran mayores de 18 años, manifestaran su consentimiento explícito, no padecieran enfermedades respiratorias, no tuvieran hábitos de consumo inadecuados ni tuvieran tatuajes en los brazos, esto último debido a que el fármaco reacciona al contacto con la tinta, refiere teleSUR.
Trascendió que tanto Nicolás Maduro Guerra, diputado a la Asamblea Nacional e hijo del presidente venezolano, como una hermana del jefe de Estado, se postularon y fueron seleccionados para probar la eficacia de la Sputnik V.
De acuerdo con declaraciones de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, en el caso de Venezuela, la vacuna anticoronavirus del Centro Gamaleya mostró una efectividad del 100%, sin que se reportaran efectos secundarios de consideración, lo que reforzó el interés de Caracas para hacerse con dosis necesarias para inmunizar a la población y poner fin a la pandemia.
A ese respecto, el pasado 13 de enero, autoridades sanitarias del país informaron que se había registrado la Sputnik V «para su uso de emergencia en el territorio venezolano», recuerdan agencias internacionales.
El acuerdo suscrito entre Caracas y Moscú contempla, asimismo, la transferencia tecnológica, de modo tal que Venezuela pueda producirla autónomamente en el mediano plazo.
(LaIguana.TV)