La investigación que se sigue al magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, ya habría establecido que Dimitri Hérard, jefe de Seguridad del Palacio Nacional de Haití, viajó seis veces a Bogotá (Colombia) entre enero y mayo de 2021, reporta El Tiempo.
Hérdad, quien es considerado una «pieza clave para establecer qué sucedió en la madrugada del 7 de julio, cuando el mandatario fue aniquilado», se desplazó en esas fechas a Colombia, República Dominicana y Ecuador.
«El comisario Hérard se desplazó el 19 de enero (Bogotá-Rep. Dominicana), 20 de enero (Bogotá-Ecuador), el 1.° de febrero (Ecuador-Bogotá- Rep. Dominicana), el 22 de mayo (Rep. Dominicana-Bogotá) y el 23 de mayo (Bogotá-Ecuador)» y el 29 de mayo viajó desde Bogotá a República Dominicana, detalló Jorge Luis Vargas, jefe de la Policía Nacional de Colombia.
De acuerdo con esta versión reseñada por El Tiempo, el funcionario haitiano habría usado la capital colombiana como punto de enlace hacia otros destinos y los investigadores estarían interesados en determinar cuáles fueron sus movimientos en Colombia y en los restantes países, así como en buscar sus posibles conexiones con CTU Security LLC, una contratista de seguridad con sede en Miami manejada por Antonio Intriago, un venezolano vinculado con grupos de la extrema derecha del sur de la Florida y partidario de Juan Guaidó.
No sería el primer plan magnicida en el que estaría involucrada la empresa de seguridad. Una fuente cercana a Guaidó refrendó que la compañía manejada por Intriago había sido considerada como opción para ejecutar la fallida Operación Gedeón, acción con la que se pretendió invadir militarmente a Venezuela desde Colombia, derrocar y asesinar al presidente Nicolás Maduro y a otros altos miembros de su gobierno, e instalar un régimen de facto tutelado desde Washington.
De otra parte, una investigación periodística publicada por el Miami Herald, citando a «un entrevistado», asegura que CTU Security LLC contrató al menos a 17 de los 26 mercenarios colombianos sindicados de haber perpetrado el homicidio de Moïse.
Vargas admitió que se habían comprobado comunicaciones entre esta empresa y dos de los colombianos presuntamente implicados en el magnicidio: Duberney Capador, quien falleció el pasado miércoles en un presunto enfrentamiento con las fuerzas del orden de Haití, y German Alejandro Rivera García.
El Tiempo destaca que también es sabido que se usó una misma tarjeta de crédito emitida en los Estados Unidos, aparentemente vinculada a CTU Security LLC, para comprar al menos 19 boletos de avión que usaron los mercenarios para desplazase desde Colombia hasta República Dominicana, país desde el que ingresaron a Haití.
Por su parte, El Herald refiere que algunos de los mercenarios colombianos habrían permanecido tres meses en Haití e incluso algunos por más tiempo. Oficialmente habrían sido contratados para brindar seguridad a «personajes importantes» en el país caribeño y se les asignó un salario mensual de 3.000 dólares estadounidenses.
A este respecto, León Charles, director encargado de la Policía Nacional de Haití sostuvo que todos los sospechosos confirmaron que trabajaban para una compañía de seguridad que operaba entre Estados Unidos y Colombia.
En todo caso, las miradas están puestas sobre Dimitri Hérard –sobre quien ya pesa una investigación por presunto tráfico de armas–, porque a pesar de ser funcionario activo, es propietario de una empresa de seguridad.
Hérard y Jean Laguel Civil, coordinador de Seguridad de Moïse, también tendrán que explicar por qué nadie del anillo de seguridad del mandatario resultó herido, cómo hizo el comando armado para ingresar a la residencia presidencial sin ser detectado y sin que se produjeran enfrentamientos o por qué razón los asesinos torturaron a su víctima antes de ultimarla.
(LaIguana.TV)