lunes, 21 / 04 / 2025
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«Tengo una orden de arresto por la injusticia ecuatoriana»: Rafael Correa desde Bélgica

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«No es que yo tengo una orden de arresto por la Justicia ecuatoriana. Tengo una orden de arresto por la injusticia ecuatoriana. Ecuador no es un Estado de derecho», con estas palabras el exmandatario Rafael Correa, rechazó una vez más la orden de prisión preventiva dictada el pasado martes en su contra por la jueza ecuatoriana Daniela Camacho.

 

La orden de prisión preventiva fue dictada un día después de que Correa se presentara ante el consulado de Ecuador en Bélgica para cumplir con la medida cautelar impuesta por su presunta implicación en el caso del secuestro de Fernando Balda, un exlegislador del país latinoamericano, ocurrido en 2012.

 

En entrevista con Russia Today calificó la denuncia en su contra como una «gran ridiculez que no tiene ninguna perspectiva de éxito a nivel internacional».

 

«¿Cuál es el marco legal con que se nombró al contralor, que es el instrumento de persecución del actual Gobierno ecuatoriano? ¿Con qué marco legal constitucional se nombró al fiscal, que es el que me persigue?», pregunta Correa, agregando que el fiscal fue «nombrado a dedo, sin concurso, con la consigna de meterme preso».

 

Referente al supuesto secuestro de Balda, señaló que este hombre se encontraba prófugo de la justicia ecuatoriana y que se dedicaba a acciones ilegales en Colombia (piratería informática, venta de equipos de espionaje informático e ilegales).

 

Denunció que a Balda trataron «de capturarlo un grupo de policías y vieron que con falsos testimonios podían involucrar al propio presidente de la República» en esta detención.

 

Además de la orden de detención, la jueza aceptó la petición de la Fiscalía de solicitar a Interpol su arresto y extradición.

 

En ese sentido, Correa, manifestó «tener fe» en que la Interpol rechace la orden de detención «por lo evidentemente político del caso».

 

«La estrategia hacia mí es o matarme —me suspendieron, por ejemplo, la seguridad presidencial— o meterme preso en Ecuador o impedir que regrese a mi patria», afirma Correa.

 

Ninguna prueba en su contra

 

El exmantario también destacó que no existía necesidad de una medida cautelar, dado que estaba colaborando con la Justicia. «Di mis testimonios, siempre estuve a la orden», subraya.

 

«Saben que resido en Bélgica. El Fiscal pide que me presente en el Consulado de Bélgica cada 15 días, pero la jueza […] impone que me presente cada 15 días en Ecuador sabiendo que es imposible», dice el exmandatario.

 

«No hay ninguna prueba, ningún indicio contra mí», enfatiza Correa a la vez que tacha la orden de detención de mecanismo «absolutamente ilegal que sería imposible en cualquier país». «Pero el mundo mira hacia otro lado», cita RT en su web.

 

Dijo que si esto hubiera pasando en su Gobierno con un opositor político ya él hubiese sido llevado al Tribunal Internacional de La Haya.

 

«Hay que parar la judicialización de la política. ¡Que nos derroten en las urnas, no con sus artimañas!», reivindica.

«Se está cooptando la Justicia para perseguir a dirigentes de izquierda»

 

Hablando sobre la situación a escala regional, el expresidente recuerda que el suyo no es el único caso, citando las acusaciones contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner y el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.

 

«Lo que están haciendo contra mí es el quinto-sexto caso», dice Correa, recordando que ha sido acusado de preventas petroleras mal hechas, de contratos petroleros mal negociados, de crimen organizado, de tráfico de influencias, y «todo en los últimos meses», porque «vieron la estrategia de judicialización de la política».

 

«Es evidente que se está cooptando la Justicia para perseguir a dirigentes de izquierda», destaca el exmandatario. «Más daño que a nosotros, están haciendo daño a nuestras democracias, a nuestros países, a la institucionalidad tan fundamental para el buen vivir», concluye Correa.

 

(AVN)

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