El terremoto se sintió en todo el país y ya se registran daños materiales en las ciudades de Jérémie y Los Cayos, según imágenes de testigos, en la península suroccidental de la isla La Española, que comparte con República Dominicana.
El hospital de Les Cayes ha recibido una gran cantidad de heridos, de acuerdo con los reportes.
“Las casas y los muros que las rodean se han derrumbado. El tejado de la catedral se derrumbó”, dijo a la AFP Job Joseph, residente de la ciudad de Jeremie, en el extremo occidental de Haití, muy afectada por la catástrofe.
En el centro de la ciudad, compuesta principalmente por residencias y edificios de una sola planta, se registraron graves daños.
La larga sacudida inicial se sintió en gran parte del Caribe, incluso en Santiago de Cuba (a unos 300 km de Saint-Louis-du-Sud), donde muchos residentes salieron de sus hogares, según Radio Rebelde.
“Todos tienen mucho miedo. Hacía años que no había un terremoto tan grande”, dijo Daniel Ross, residente en la ciudad de Guantánamo, en el este de Cuba, agregando que su casa se mantuvo firme pero los muebles temblaron.
En videos compartidos en internet, los residentes filmaron las ruinas de varios edificios de hormigón, incluida una iglesia en la que al parecer se estaba celebrando una ceremonia el sábado por la mañana en la comuna de Les Anglais, a 200 km al suroeste de Puerto Príncipe.
Los daños en la ciudad de Les Cayes parecen ser importantes, incluyendo el derrumbe de un hotel de varios pisos.
El USGS emitió inicialmente una alerta de tsunami, previendo posibles olas de hasta tres metros a lo largo de la costa de Haití, pero poco después la levantó.
“Estoy movilizando todos los recursos de mi administración para acudir en ayuda de las víctimas”, escribió en Twitter el primer ministro de Haití, Ariel Henry, al tiempo que llamaba a la unidad de la nación.
Una tragedia tras otra
Un terremoto de magnitud 7 transformó en enero de 2010 gran parte de Puerto Príncipe y las ciudades cercanas en ruinas polvorientas. Causó la muerte de más de 200.000 personas y dejó otras 300.000 heridas.
Más de un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar, dejando a las autoridades de la isla y a la comunidad humanitaria internacional ante un reto colosal en un país que carece de un registro de tierras y de códigos de construcción.
El terremoto destruyó cientos de miles de viviendas, al igual que edificios administrativos y escuelas, así como el 60% del sistema sanitario de Haití.
La reconstrucción del principal hospital del país sigue incompleta, y las organizaciones no gubernamentales se han esforzado por suplir las numerosas deficiencias del Estado.
El terremoto de este sábado se produce poco más de un mes después de que el presidente Jovenel Moise fue asesinado en su casa por un comando armado, lo que conmocionó a un país que ya lucha contra la pobreza, una creciente violencia de las bandas criminales y la pandemia de covid-19.
El juez de instrucción designado el lunes para dirigir la investigación judicial sobre el magnicidio de Moise anunció el viernes que abandona el caso.
La policía dice que ha detenido a 44 personas en relación con el asesinato, incluidos 12 policías haitianos, 18 colombianos que supuestamente formaban parte del equipo del comando y dos estadounidenses de origen haitiano.
El jefe de seguridad de Moise se encuentra entre los detenidos en relación con el complot supuestamente organizado por un grupo de haitianos con vínculos en el extranjero.
La policía ha emitido avisos de búsqueda de otras personas, entre ellas un juez de la Corte Suprema de Haití, un exsenador y un empresario.
(El Comercio)








