El pasado sábado 25 de septiembre, las redes sociales y medios de comunicación se inundaron con espeluznantes imágenes de agresiones xenófobas en Chile, que tuvieron como blanco principal a migrantes de origen venezolano, sobre los cuales hay construida una narrativa estigmatizante en muchos de los países de acogida, que otrora y por mero interés politiquero, estimularon sus gobernantes.
Este relato no solamente ha sido alimentado por la prensa o por mandatarios como Iván Duque (Colombia), que no dudan en asegurar que la inmigración procedente de Venezuela ha dado lugar a la peor crisis migratoria de todo el mundo, sino por instancias como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que cuando se trata de venezolanos, sin rubor alguno aplica un criterio distinto al que rige para contabilizar a los refugiados y asilados de otros países.
Así las cosas, el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela ofreció en la edición 367 de programa Desde Donde Sea un análisis orientado a revelar quiénes son los actores, responsables y beneficiarios de esta presunta crisis de venezolanos en el exterior.
A su juicio, el ataque xenófobo, racista y fascista que padecieron venezolanos en Chile el pasado sábado, es la resulta de la herencia pinochetista que aún sobrevive en el país suramericano.
Para entrar en detalles, aludió a fragmentos del trabajo periodístico «Desamparo total: queman pertenencias de venezolanos desalojados de una plaza en Chile (+Video)» publicado en el portal de LaIguana.TV, en el que se relata que el pasado sábado se difundieron por redes sociales dramáticas imágenes de una hoguera en la Plaza Brasil, en Iquique, Chile, realizada por habitantes de esa localidad con las pertenencias de los inmigrantes venezolanos desalojados este viernes por la policía de ese país.
Relató que al grito de «no más inmigrantes», un grupo de locales arrojaba los enseres en la hoguera, mientras otros aplaudían y hacían vítores antes tales acciones, las cuales no fueron interrumpidas ni detenidas por ninguna autoridad.
«Es una vergüenza que en pleno siglo XXI se den estos comportamientos propios del Medioevo», comentó, una conducta que contrasta con el trato que recibieron los miles de chilenos que encontraron refugio en Venezuela luego del golpe de Estado de 1973.
Continuando con la historia del ataque hacia los migrantes venezolanos, refirió que habían sido desalojados de la plaza días atrás, por un contingente de más de 100 carabineros, mas según la prensa internacional, se desconoce hacia dónde fueron llevados los connacionales que se encontraban en el lugar aguardando en carpas.
Además, el gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal, pidió a Sebastián Piñera hacerle frente a esta situación, ya que —según señaló— cada día hay más carpas con inmigrantes en plazas y playas de Iquique, e indicó que evalúa introducir un recurso de protección contra el presidente Piñera por omisión a deberes constitucionales en este tema.
«Piñera hizo parte de los presidentes derechistas que intentó tumbar al presidente Nicolás Maduro. En eso estuvieron metidas hasta la coronilla la OEA y Acnur», que instaron a los venezolanos a abandonar el país. señaló. «No lograron su cometido, sigue Nicolás Maduro en el poder y ahora los tratan como basura», denunció.
Tras el desalojo, precisó que en una marcha antiinmigrantes, un grupo de violentos persiguió por varias calles a los migrantes, entre los que había mujeres y niños, y quemó sus pertenencias y mostró crudas imágenes de la hoguera que hicieron los atacantes con las pertenencias de los venezolanos y la represión que padecieron los compatriotas a manos de autoridades chilenas, a las que no dudó en tildar de «pinochetistas».
Con respecto a la respuesta de las autoridades de Venezuela, relató que el presidente de la República, Nicolás Maduro, ordenó este domingo 26 de septiembre la activación del Plan Vuelta a la Patria en Chile, para garantizar el retorno de connacionales que han sido víctimas de actos de xenofobia en dicha nación.
La información fue difundida por la Vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, a través de un mensaje publicado en su cuenta en Twitter, donde manifestó el repudio por parte del Ejecutivo Nacional de los recientes ataques perpetrados en contra de un grupo de inmigrantes venezolanos en territorio chileno.
Adicionalmente, el Gobierno Bolivariano repudió las agresiones contra sus nacionales y exigió a Chile que garantizara el respeto de la integridad física y psicológica de los venezolanos que residen en ese país.
Pérez Pirela mencionó que el relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes de la ONU, Felipe González, señaló que la hoguera para quemar las pertenencias de migrantes venezolanos en Iquique, Chile, es una «inadmisible humillación».
Citando a González, indicó que «el discurso xenófobo, asimilando migración a delincuencia, que por desgracia se ha ido volviendo cada vez más frecuente en Chile, alimenta esta clase de barbarismo».
Dentro de Chile, la candidata a diputada Florencia Lagos Neumann estuvo entre quienes compartieron los videos, pero además responsabilizó a Piñera de promover ofertas engañosas, solo con el fin de confrontar al gobierno de Venezuela.
De su lado, indicó el experto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este lunes que esos actos no pueden haber sido propiciados por otro grupo sino por la derecha pinochetista que ha sobrevivido en el país del sur.
Maduro aseveró además que los migrantes tendrán en Venezuela una patria que los reciba y los proteja a nivel de seguridad social y sanitaria, en un retorno seguro para el reencuentro con sus familiares en suelo nacional. «Responderemos por todo, responderemos por ellos (los migrantes)», dijo el mandatario durante una actividad presidencial televisada este 27 de septiembre.
En Venezuela, reflexionó el Jefe de Estado, hay y ha habido siempre migrantes de muchas nacionalidades, incluyendo a chilenos que huyeron de la dictadura de Pinochet, a quienes se ha recibido con brazos abiertos y bajo ninguna circunstancia han sido objeto de actos brutales de xenofobia como los que viven los venezolanos en la actualidad a lo largo del continente.
En una transmisión, explicó que muchas de las personas que hoy residen en otros países fueron alentados a migrar a través de campañas en las redes sociales. Frente a los ataques xenófobos, Maduro recordó que su administración activó el Plan Vuelta a la Patria para regresar con seguridad a los compatriotas que han padecido esta clase de agresiones, ante la mirada indiferente de los gobiernos que antes les dijeron que serían bienvenidos.
Julio Borges y la «enfermedad contagiosa» que es la migración
El analista precisó que este relato que estigmatiza a los venezolanos tiene varios años en marcha y en su construcción han jugado un rol protagónico personajes como el hoy prófugo de la justicia venezolana, Julio Borges, aseguró ante los micrófonos de medios de comunicación del mundo que «la emigración venezolana es una enfermedad contagiosa».
Estas palabras, recordó, las pronunció en Washington en abril de 2017, a su salida de una reunión para pedir dinero presuntamente destinado a la supuesta «ayuda humanitaria», en la que además presionó para que se impusieran más sanciones contra Venezuela.
Maduro, de su parte, calificó como «despreciable» el comentario de Borges, quien ha sido uno de los principales promotores de la xenofobia contra venezolanos en el exterior.
Las mentiras de Duque sobre la migración venezolana
Pasando a otro punto de la discusión, a modo de contexto, Miguel Ángel Pérez Pirela destacó que en 2020, con el recrudecimiento de la pandemia, la situación de los migrantes en contextos laborales indecentes empeoró y muchos de ellos fueron desalojados de sus arriendos por no poder pagar los precios puestos por los locales.
Así, como muchos no disponían de los recursos para regresar inmediatamente a su país, lo que ocasionó que se extendieran campamentos precarios de migrantes, principalmente en Colombia, pero no solo, pues el fenómeno se repitió en otros países en los que el gobierno recibió dinero del extranjero para atenderlos.
En abono a esta narrativa, subrayó el comunicador, Duque dedicó parte de su discurso ante la Asamblea General de la ONU a mentir, pues dijo que la migración venezolana al país vecino es la «peor crisis migratoria que golpea el planeta».
En su criterio, evidentemente, el presidente colombiano «no ha visto las imágenes del Mediterráneo, ni las de Afganistán, ni la frontera mexicana con Estados Unidos».
No obstante, destacó que ya desde diciembre de 2019, el presidente Maduro advertía que el gobierno de Duque exagera las cifras de migrantes venezolanos en ese país para obtener recursos de organismos internacionales.
«El gobierno de Colombia dice ‘en Venezuela se vinieron para Colombia cuatro millones’. ¿Ustedes saben cuántos autobuses hacen falta para que se vayan cuatro millones de venezolanos? Cien mil viajes de autobús», recalcó el presidente en esa oportunidad, un dato que desmiente plenamente lo aseverado por Duque en ante la comunidad internacional.
La mala memoria del gobernante no le alcanza para recordar que en 1979, según refería la prensa venezolana entonces, unos dos millones de migrantes colombianos hacían vida en Venezuela y para 2015, según cifras publicadas por teleSUR, 5,5 millones de colombianos vivían en Venezuela con nacionalidad, empleos, y todos los beneficios sociales que ofrece el gobierno nacional.
La verdad tras el ETP otorgado por Duque a los venezolanos
El particular tratamiento manipulador de Colombia sobre los migrantes que ha recibido de Venezuela, obligó a Pérez Pirela a poner la lupa sobre el Estatuto Temporal de Protección (ETP) para venezolanos firmado por Duque el pasado 1 de marzo.
Más allá de lo anunciado, el experto enfatizó que el documento no contiene especificaciones para comprender cuál es el amparo, como se muestra en un análisis realizado por el portal de periodismo de investigación La Tabla, en el que se también se refiere que se muestra un discurso «receptivo» pero vacío. «Revela falta de información para la identificación, registro y caracterización de la población migrante. Denuncia xenofobia», sintetiza el medio venezolano.
De este modo, explicó, los venezolanos bajo la categoría «irregular» que se encontraban inicialmente en Colombia les corresponde presentar documentos que confirmen su permanencia: contrato de arrendamiento, constancia sobre servicio de salud o constancia de estudio de sus hijos, pero esas demandas tienen lugar en un país en que no hay siquiera trabajo formal para la mayoría de sus jóvenes, tal como lo reflejan los protestantes que inundaron las calles colombianas durante meses y las demandas del Paro Nacional.
Las manipulaciones de Acnur con los migrantes venezolanos
A su parecer, la Acnur ha sido una pieza fundamental en la construcción de esta narrativa de la crisis migratoria venezolana, que en función de los falsos alegatos expuestos reiteradamente ante los medios y en los aforos internacionales, –centrados en el supuesto desplazamiento forzado de cuatro millones de personas–, pretendía equiparar la situación interna con la presente en un país en guerra.
En ese orden, refirió que ya el año pasado –2020–, en la participación en la Asamblea General de la ONU, el presidente Maduro denunciaba el silencio cómplice del mundo ante la xenofobia y la difícil situación de los venezolanos migrantes.
«¿Cómo es posible, a pesar de las enormes cantidades de dólares que se les han otorgado a estos gobiernos, mediante extravagantes conferencias de captación de donantes, para los migrantes venezolanos? ¿Qué hicieron con ese dinero? ¿Se lo robaron los gobiernos?», denunció en esa ocasión el presidente venezolano.
Sin embargo, resaltó el filósofo, ahora que los venezolanos son víctimas de desalojos, vejaciones y de xenofobia en países como Chile y Colombia, no se escucha ninguna voz de Acnur que se levante para denunciar esta discriminación, sino todo lo contrario, pues incluso ha forzado a firmar solicitudes de refugio sin ser perseguidos políticos a venezolanos que migraron a Brasil, como requisito para permanecer en el país, según dijeran varios de ellos a la periodista Madelein García, corresponsal de la cadena teleSUR.
Mientras tanto, las mujeres y niñas migrantes venezolanas son una víctima cada vez mayor de la trata de personas con fines de explotación sexual en Colombia y en varios países de la región, una realidad palpable para las organizaciones sociales, pero prácticamente invisible en los registros oficiales sobre este delito.
La situación, aunque no es nueva en Colombia, donde durante décadas se ha practicado la trata de personas entre municipios, sí se ha agudizado como consecuencia de la migración de venezolanas que ha incrementado los casos de la trata internacional, sin que la Acnur o las autoridades de Colombia hayan hecho nada por atender este asunto.
Un reporte de la organización Women’s Link Woldwide (WLW) al que tuvo acceso la agencia Sputnik precisa que «as mujeres y niñas venezolanas que cruzan o intentan cruzar por la frontera venezolana hacia Colombia son víctimas de trata de personas y explotación sexual», indicó el analista.
¿Hay realmente una crisis de refugiados?
Para desmontar la falsa noción de la crisis de refugiados, Pérez Pirela se apoyó en el trabajo periodístico «Informe Sures: no existe una crisis de refugiados venezolanos» aparecido en el portal de LaIguana.TV, que procedió a citar extensamente:
En el se refiere que la Organización No Gubernamental Sures difundió un reporte que destaca que «más allá del manejo político y mercantilista de las cifras de las migraciones venezolanas, existen unas cifras oficiales sobre este fenómeno que son de gran utilidad para mostrar que en Venezuela no existe una ‘crisis de refugiados’, ni mucho menos la situación de los refugiados venezolanos en el mundo puede ser objeto de alarma».
Asimismo, el ente asegura que este trabajo también permite comprobar que la crisis de refugiados que falsamente se atribuye a Venezuela la padecen otros países de América Latina, incluso «a escalas extraordinarias», naciones como Colombia, aunque ello sea convenientemente ocultado.
En América de Sur, y pese a lo sostenido por los gobiernos de países como Colombia y Chile, que han configurado una narrativa en torno a la noción de «crisis de refugiados en Venezuela, las cifras del DAES dan cuenta de una realidad muy diferente:
En Chile se le ha otorgado refugio a 10.346 personas, independientemente de su nacionalidad (1,1% del total de migrantes) y en Colombia lo han hecho 8.396 personas (0,7%).
En el caso de los migrantes venezolanos, Sures apunta que 444 personas residen en Colombia bajo condición de refugiados y apenas 14 lo hacen en Chile.
Pérez Pirela insistió en que de ningún modo se trata de negar el fenómeno migratorio venezolano de los últimos años, a su juicio empujado a dos bandas, ora por el derechismo regional y la oposición extremista, ora por personajes de la farándula regional, así como por los efectos devastadores de sanciones y bloqueos impuestos por Estados Unidos.
Hoy, enfatizó, estos migrantes fueron dejados a su suerte, porque ya no resultan útiles para los personeros políticos que alentaron su salida del país, cuya estrategia fracasada para deponer al presidente Nicolás Maduro incluso les obligó a sentarse con representantes de su administración en una nueva ronda de diálogo en México.
Para concluir, Pérez Pirela indicó que dada la sanción que le impuso YouTube al canal de LaIguana.TV, por esta semana la transmisión del programa en esa plataforma se hará a través de una cuenta alternativa, a la que podrá accederse desde la ‘home’ del portal de LaIguana.TV.
(LaIguana.TV)