El resultado en el certamen lo hizo ser reconocido, por lo que al siguiente año volvió a participar y a ganar con otra canción que fue autoría de su padre.
Pese a la gloria de ser considerado un joven creativo, Ricardo sintió mucha culpa por esto, así que decidió no volver a la competencia a menos de que lo hiciera con una letra propia.
Pasaron unos meses, pero Arjona pudo presentarse en el mismo evento con una creación suya. Su sorpresa fue que la calidad de esta estuvo por encima de las composiciones de sus rivales, por lo que los venció por tercera vez.
Desde entonces, el músico dejó de usar las letras de su papá y se dedicó a usar su propia creatividad. La práctica fue tan fructífera que a los 17 años de edad dio origen a «Jesús es verbo, no sustantivo», la cual se convirtió en uno de sus primeros éxitos internacionales.
¿Cómo compone Ricardo Arjona?
Entre los 12 y los 13 años de edad el padre del cantante le regaló su segunda guitarra, una pieza sencilla, pero práctica que continúa teniendo en su casa.
Tanto la costumbre de tener este objeto, así como el gran cariño que siente por él, ha sido un factor por el cual se dedica a componer aún el 80 por ciento de sus canciones con él.
La práctica por los muchos años de enlazar frases ha hecho que Ricardo Arjona pueda crear sus melodías en cuestión de horas e incluso minutos.
Uno de los momentos emblemáticos que demostró esto ocurrió en el programa «Otro Rollo«, donde el conductor Adal Ramones desafió al músico para hacer una nueva canción con una lista de varias palabras que fueron elegidas al azar.
Al cantante le bastaron unos minutos para crear una nueva melodía con conceptos como «rin cromado», «bocho», Dragon Ball» y otras más.