A pesar de las promesas, la reforma migratoria no ocurre en EE.UU. Mientras tanto, políticos de turno llenan sus bolsillos lucrando con la tragedia del migrante.
Brenda pasó la mayor parte de su vida luchando por una reforma migratoria, hoy, a pesar de estar en silla de ruedas, su voluntad sigue inquebrantable. Junto a cientos de activistas, Brenda marcha ante el Capitolio y la Corte Suprema. Demandan el cierre de los campos de concentración y las separaciones familiares.
No obstante, el gran negocio de perseguir, encarcelar y deportar inmigrantes impide una reforma migratoria. Las corporaciones que lucran de la tragedia del migrante contribuyen millonarias sumas a las campañas electorales de la política de turno.
Bajo una medida burocrática denominada Título 42, fruto y herencia de la administración racista de Donald Trump, más de 1 millón 200 mil fueron deportados hasta el momento bajo la tutela del presidente Joe Biden.
De ahí la ironía de que el Partido Demócrata, como siempre solo parece acordarse de los hispanos y de los inmigrantes “legalizados” en momentos previos a las elecciones; mientras que una vez que obtienen su cometido de llegar al poder, estos partidos y estos legisladores, parecen olvidarse de todas las promesas que hicieron a una comunidad que sigue esperando una reforma migratoria que nunca llega.
(HispanTV)